¿Se imaginan al gobierno italiano tirando abajo el Coliseo, para armar una réplica en el medio de la Piazza del Popolo que sea “más moderna”? ¿Y a los parisinos desarmando la Torre Eiffel para levantar una en la que entre más gente, en medio de Champs Elysees? ¿A qué genio se le puede ocurrir que el Obelisco no va más, y que debería erigirse una nueva torre de cientos de metros con luces de colores en el medio de los bosques de Palermo?
Una idea así, tiene la actual dirigencia de Boca Juniors, construir un nuevo estadio para el equipo, con caracteristicas más “modernas”, es decir, con más butacas y centro comercial incluído.
Y contra esta tamaña pero rentable estupidez, los hinchas y socios de Boca Juniors, están organizandose y movilizandose desde hace ya un tiempo, y han convocado para este martes a una manifestación frente a la Legislatura Porteña, intentando frenar la votación. El Martes 18/11 se va a tratar en Comisión de Planeamiento Urbano el proyecto de la dirigencia de recategorizar las tierras de Casa Amarilla para que luego puedan usar esos terrenos para construir el Estadio-Shopping.
Si llegase a pasar esto, y La Bombonera se mudase de lugar estaríamos ante el final de uno de los monumentos más importantes del fútbol mundial, tal como sucedió con La Catedral de San Mamés, hace un año atrás.
Con este proyecto destruirían parte de la historia del fútbol mundial, y sobre sus ruinas pretenden edificar un “progreso” que no es tal. Boca Juniors, un club con amplia identidad barrial y popular, no debe ser un club condenado a la modernidad. Por lo menos, no hacia la modernidad que plantean los empresarios-dirigentes, principales beneficiarios del fútbol negocio.
Ya ha sucedido que con el concepto de modernidad de las ultimas dirigencias de Boca, se han destruído simbolos sagrados para todo hincha, como los colores de la camiseta xeneize, al inventar una camiseta rosada. Esta misma dirigencia ha despreciado a los idolos de Boca y ha hecho del marketing insoportable su bandera. Ahora pretenden arremeter contra uno de los más grandes símbolos de Boca, contra una parte indeleble e inseparable de su identidad: nada más y nada menos que La Bombonera.
El proyecto del nuevo estadio, según la información que salió en los medios por dichos de algunos directivos del Club, se haría con U$400.000.000 con capitales árabes incluídos, lo mismo que cuesta la construcción de 5.000 viviendas de 80 m2, lo cual implica que vivan aproximadamente 20.000 personas, lo que equivale a dos ciudades enteras de 10 mil habitantes, y en Buenos Aires hay problemas de vvienda graves. Y hay que aclarar que el m2 de una cancha es más barato que el de una casa, ya que se hace con hormigón. Cabe destacar también que aparentemente y como contrapartida por la construcción del nuevo estadio, se entregaría a los dueños de los capitales árabes 15.000 localidades por varios años.
La Nueva Bombonera sería privatizada y la manejaría la empresa Fénix Entertainment Group para hacer recitales y/o eventos deportivos (similares a los que se hacen en el Luna Park).
Además de la resistencia de los hinchas de Boca está la del “Movimiento Vecinal por el Resurgimiento de La Boca”, que incluye a los vecinos futboleros, hinchas de Boca y no. Este movimiento cuenta con 82 organizaciones, y todas se oponen al nuevo estadio por lo perjudicial que puede ser para el barrio un proyecto como este que rompería con todo el patrimonio de la zona.