Por Denis Iglesias.- Ser Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE, por sus siglas en inglés) está considerado como uno de los mayores reconocimientos del Reino Unido. En la lista de distinguidos están deportistas de diferentes ámbitos como Pelé, Bobby Charlton, Bradley Wiggins o Nigel Mansell. Pero el nombre que nadie verá en la lista será el de Howard Gayle, el primer futbolista negro del Liverpool que acaba de rechazar una condecoración que se otorga a británicos que han contribuido de forma notable en sus áreas. “Si lo acepto, mis antepasados se revolverían en sus tumbas por cómo el Imperio y el colonialismo les esclavizaron”, dijo nada más conocer la nominación.
Gayle es una de las cabezas visibles de la campaña Show Racism the Red Card (Muestra la tarjeta roja al racismo), que busca erradicar la xenofobia desde el fútbol formativo hasta el profesional, pasando por la grada. El trabajo al frente de esta iniciativa le hizo merecedor de optar a ser MBE, pero el exjugador no acepta el término ‘Imperio’. “Si quieren ser inclusivos y aceptar a gente negra del Reino Unido y de la Mancomunidad de Naciones, que le cambien el nombre”, subrayó.
El 5 de julio de 1962, Argelia lograba su independencia después de 132 años de dominio francés. Fue un período de lucha que duró cerca de ocho años, desde 1954, en el que el Frente de Liberación Nacional argelino (FLN) –un partido político argelino-, junto a su brazo armado, el Ejército de Liberación Nacional, lideró la independencia del país respecto a Francia. Este proceso de descolonización fue uno de los más violentos de África debido a la agresividad que tuvo el Estado francés para con los independentistas argelinos.
En aquella guerra tuvo también un papel muy importante el fútbol, tantas veces referente social para entender el desarrollo político de un país, también se convirtió en un símbolo del sentimiento independentista y, a la vez, en una imagen para internacionalizar y socializar una lucha que generaba múltiples simpatías entre los movimientos revolucionarios de Latinoamérica y el Tercer Mundo.
Mekhloufi, el líder
A finales de los años cincuenta, el St.Étienne era uno de los grandes del fútbol francés, junto con el Stade Reims, y su estrella, el delantero Rachid Mekhloufi se había ganado el respeto de todo el país con sus cabalgadas y sus goles, que habían llevado a su equipo a ser uno de los más importantes de Francia, logrando el título liguero, y de Europa.
El partido de ultraderecha francés Frente Nacional (FN) ha pedido que Karim Benzema sea excluido de la selección nacional por no cantar La Marsellesa antes de cada partido de los bleus.
Este martes, el delantero del Real Madrid reconocía, en declaraciones a la emisora de radio RMC, que nunca ha cantado el himno pero aseguró que eso no afecta a su compromiso con el combinado nacional.
“No he cantado nunca el himno y no lo voy a empezar a hacer ahora. Por cantar La Marsellesa no voy a marcar un hat-trick, pienso yo”, aseguraba Benzema, recordando que otros jugadores como Zinedine Zidane tampoco cantaban el himno nacional antes de los partidos. “No veo dónde está el problema. Incluso hay aficionados que no la cantan”, dijo Karim en la entrevista.
De entrada, es importante señalar que la tanto la liga como la selección norirlandesa son apoyadas, sobre todo, por protestantes. Que los católicos, en su mayoría, siguen a la selección de Irlanda y a equipos de otras competiciones como el Celtic de Glasgow (en Escocia), el Liverpool o el Manchester United (ambos en Inglaterra).
Durante la primera mitad del siglo XX, sin embargo, el dominador absoluto de la liga de Irlanda del Norte era el Belfast Celtic, fundado en 1891 y orgullo de católicos en el oeste de Belfast. Llegó a ganar 19 ligas y 8 copas en esa primera mitad de siglo.
Dicen que fue por envidia, que los protestantes no podían soportar verse vencidos, una y otra vez, en una competición que consideraban propia, por un equipo de irlandeses. Los motivos no están claros, pero lo cierto es que, entonces, los disturbios eran una constante, y los partidos de fútbol una excusa para montar reyertas, y un buen día, las fuerzas del orden (dependientes de Gran Bretaña en aquel momento) dejaron de proteger a seguidores y jugadores del Belfast Celtic.
Finalmente sí. Con polémica, con dudas, con incertidumbre hasta el final. Gran Bretaña tomará parte en los Juegos Olímpicos de Londres con una Selección común. Eso era conocido. Pero faltaba ver a quienes decidiría llamar Stuart Pearce, que será quien ocupe el banquillo tras rechazar los ofrecimientos Alex Ferguson o Harry Redknapp. Se presentó el uniforme, con un diseño moderno, obra de Adidas, que se podrá evaluar que tal acogida tiene en los estadios y si es comprado y lucido en el futuro en los campos de las Islas. Quiza se convierta en un símbolo… quizá no alcance unas cifras de ventas decentes…
Durante la conferencia de prensa previa al partido de semifinales de la Europa League, los periodistas preguntaron de todo a Marcelo Bielsa: sobre el partido contra el Sporting de Lisboa, que jugadores iba a elegir para la oncena titular, que le parecían las principales figuras del rival o sobre la ilusión que tenian sus jugadores, el club y los hinchas del Athletic en este momento histórico de la centenaria institución.
Lo que no se esperaba era que le preguntaran por cosas que estos días tienen movidas las aguas de la política internacional como la expropiación de YPF por parte del gobierno argentino a la transnacional REPSOL, medida que ha producido una reacción matonesca e histérica del gobierno fascista-neoliberal español y de las principales instituciones pro capitalistas del mundo, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Ante esta pregunta, Marcelo Bielsa, evitó en un principio responder debido a lo espinoso y complicado del tema, pero ante la insistencia del periodista contestó tal como todos/as los/as que nos hemos hecho admiradores de este gran hombre hubieramos esperado:
“No corresponde ni que usted la haga ni que yo la responda pero celebro que mi país haya recuperado una fuente tan importante para su futuro. Creía que el silencio iba a ser suficiente para decir que este no es el ámbito para responder. Usted debería saber que yo no puedo responder esa pregunta. Tendría que evaluar los pormenores de un episodio cuyos matices no están al alcance del público en general al que yo pertenezco. Es una pregunta absolutamente tendenciosa”, dijo un tanto irritado.