Por FútbolRebelde.org.- El de ayer fue un día importante para los hinchas de Palestino en Chile, Gaza y Cisjordania. A pesar de la derrota, el club vuelve a lo más grande del fútbol internacional en nuestra América, escenario propicio además para mostrar al mundo que el CD Palestino es mucho más que un equipo de fútbol. El club a pesar de las amenazas vuelve a mostrar en su camiseta tetracolor el territorio histórico de Palestina impreso en la manga izquierda y por otro lado sus hinchas lograron burlar la seguridad de los operativos policiales del fútbol negocio, al formar entre varias personas una pancarta con la frase “No + ocupación”. Esto no salió en transmisión televisiva pero fotos sacadas por los mismas hinchas árabes lograron romper con este cerco informativo que se genera en torno a las reivindicaciones sociales y politicas en los estadios de fútbol.
En lo futbolistico, y tras sortear con éxito la primera fase ante Nacional, Palestino no pudo obtener un buen resultado en su estreno en la zona de grupos tras perder 2-0 con Boca Juniors en el estadio Santa Laura.
El Palestino chileno quiere estirar su sueño copero, ahora en el Grupo 5 de la Libertadores, en el que debutará este miércoles frente a un rival poderoso y con una laureada historia, el Boca Juniors argentino, al que recibirá en Santiago en la primera jornada de la serie.
El Palestino chileno quiere estirar su sueño copero, ahora en el Grupo 5 de la Libertadores, en el que debutará este miércoles frente a un rival poderoso y con una laureada historia, el Boca Juniors argentino, al que recibirá en Santiago en la primera jornada de la serie.
Tras dejar en el camino en la fase previa a otro grande de América, el Nacional uruguayo, el equipo “árabe”, dirigido por el argentino Pablo Guede, busca emular al menos la campaña de aquella plantilla que en 1979 alcanzó las semifinales de la Libertadores, en las que perdió ante el Olimpia paraguayo, que ganó la Copa ese año.
El partido: La expulsión de Diego Polenta a la media hora de juego mermó al Nacional uruguayo, que en la segunda mitad se vio avasallado por un Palestino que tuvo oportunidades para anotar un par de goles más, aunque chocó con la buena actuación del portero Gustavo Munúa. La eliminatoria se definirá dentro de una semana en Montevideo y el ganador se incorporará al grupo 5, donde esperan Boca Juniors, el Zamora venezolano y el Montevideo Wanderers uruguayo.
Nacional arrancó con intensidad y consiguió ahogar al Palestino, que tuvo serias dificultades para hilvanar su juego y enlazar más de tres pases seguidos. La oportunidad más clara del primer tiempo llegó en el minuto 18 con un trallazo desde lejos de Juan Manuel Díaz que se estrelló en el palo izquierdo del arco defendido por Darío Melo.
El volante Mathías Vidangossy se mostró como el futbolista más clarividente del equipo ‘árabe’ dentro de la espesura general. Vidangossy se ofreció en cada jugada para tratar de llegar a la portería de Munúa, pero Palestino chocó una y otra vez contra el muro ‘charrúa’.
Los árabes golearon por 6-1 en Valparaíso y se medirán contra Nacional de Uruguay por la fase previa del certamen internacional.
La semana pasada afirmabamos que Palestino aseguraba su clasificación a una de las dos copas internacionales de la Conmebol, la sudamericana, al menos, y si pasaba la llave contra Santiago Wanderers, el premio mayor, la Copa Libertadores de América, y al vencer de forma clara y contundente al cuadro porteño, regresó a esta ultima en grande.
El 20 de mayo de 1979 fue la última vez que Palestino jugó en la Copa Libertadores. Aquel día igualó 2-2 ante Campinas de Brasil y quedó fuera en el cuadrangular semifinal del certamen.
34 años después el elenco de colonia retorna al torneo continental, luego de golear por 6-1 (en la ida ganaron 3-1) a Santiago Wanderers en Valparaíso, en un duelo caliente.
Hebert Abraham Uriarte es un hincha atigrado, un paceño como tantos que no pudo aislarse de la Copa Libertadores que disputaba Bolívar ante Lanús, él, tomó la postura de un hincha de The Strongest que no quiere la victoria de su rival, estaba esperando con ansias la derrota de Bolívar.
Pero le ocurrió un suceso maravilloso, digno de ser contado y difundido, en un ambiente cada vez más cargado de odio y haciéndole constantes guiños a la violencia en el fútbol… dejemos que Hebert nos cuente su historia:
Seré sincero… Mientras por la noche rogaba que los celestes pierdan -no saben cuanto- empecé a subir a pie a casa, vi a un señor humilde con su hijito, sentados en la puerta de una casa, tapados con un nylon, abrazados.
El club peruano Real Garcilaso fue multado con 12.000 dólares por los cánticos racistas que entonaron algunos de sus seguidores el mes pasado, durante un partido de la Copa Libertadores, contra el equipo brasileño Cruzeiro.
Las sanciones fueron impuestas por la CONMEBOL, tras los cánticos e insultos dirigidos al jugador Tinga, de Cruzeiro.
La CONMEBOL informó la sanción el lunes, mediante su página digital, y advirtió que el club enfrentará sanciones más severas, incluida la obligación de jugar a puerta cerrada, si se produce en el futuro una nueva actitud racista de sus fanáticos.
El 12 de febrero, varios espectadores profirieron chillidos semejantes a los de un mono cuando Tinga tocaba el balón, durante el partido que Real Garcilaso ganó por 2-1, por el Grupo 5, integrado además por Universidad de Chile y Defensor Sporting de Uruguay.
Una dura noche vivió el volante Tinga, de Cruzeiro, en el estadio Huancayo de Perú, donde su elenco perdió por 2-1 ante Real Garcilaso, en el debut en la fase grupal de la Copa Libertadores. Más allá de la derrota, el jugador salió dolido de la cancha por los coros racistas que recibió por parte de la hinchada peruana.
“En el principio pensé que era por ser la Libertadores, pero después me di cuenta que era racismo“, contó el ex Internacional de Porto Alegre. “Me quedé muy triste. Jugué cuatro años en Alemania y nunca pasé por esto. Ahora pasa en un país que es parecido al nuestro, lleno de mezclas. Cambiaría un título por la igualdad entre las razas y el respeto“, lamentó.
Dos equipos de enorme arrastre popular rivalizaron por la última Copa Libertadores de América. Ganó el brasileño, que tiene una sorprendente y ejemplar historia vinculada a la mismísima democracia de su país, liderada por el ya legendario Sócrates, figura estelar de la selección brasileña de los años 80.
Si el partido de ida jugado en La Bombonera había sido pesado y cansino, el de vuelta en el Pacaembú de Sao Paulo fue entrecortado, impreciso y feo, aunque ciertamente intenso y emocionante para los torcedores del Corinthians, que están celebrando por primera vez en su épica historia, la obtención de la Copa Libertadores de América.
Boca quiso controlar el juego con iniciativa y siempre con la brújula de Juan Román Riquelme, pero éste que acaba de despedirse del equipo de sus amores por sentirse vaciado de motivaciones, cumplidos sus 34 años, tuvo una actuación plagada de altibajos como ya había sucedido la semana pasada cuando de un balón robado de sus pies nació la jugada para que el apenas ingresado Romarinho anotara el 1-1 al filo de la expiración del tiempo reglamentario.
Hace rato que el bielsismo, como se le llama a la forma de ver el fútbol que tiene Marcelo Bielsa, va dejando huella por donde pasa. Lo ha hecho el mismo ex entrenador de la selección chilena en el Athletic de Bilbao y en el País vasco, y por supuesto uno de sus máximos referentes actuales en latinoamerica, que es el entrenador de la Universidad de Chile, Jorge Sampaoli.
Pero esta huella no sólo pasa por los éxitos obtenidos por Sampaoli en la “U”, sino porque ha imprimido tanto en sus jugadores, hinchas como en el mismo medio una recuperación de la actitud amateurista y el rol social que tiene intrínseco el fútbol, que lo dignifica en tiempos donde parece importar más el dinero que se obtiene en compra-venta de jugadores y en alzas o bajas de acciones en las bolsas de comercio.
Esta vez sucedió que durante la estadía de la “U” en Asunción (Paraguay), por el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, Jorge Sampaoli se encontró con que en frente del hotel donde se concentró el equipo había un campamento de indigenas guaraníes -la doble condena del capitalismo: ser pobres e indígenas-, que viven en condiciones bastante precarias, de pobreza y marginalidad total. El campamento se conoce como ‘El kilómetro 12 de Luque’.
Al ver esta realidad (que en Chile se esconde bajo la lógica de urbanización que dicta que a la clase trabajadora y a los pobres se les debe confinar más a la periferia de las ciudades de manera directamente proporcional a una peor situación socioeconómica), Jorge Sampaoli se sensibilizó a tal punto de ir con su ayudante Sebastián Beccacece, a conversar con ellos/as y entregarles víveres, ropa, zapatillas, dulces y chocolates, tanto a los adultos como a los niños, estos últimos, quienes componen la gran mayoría del grupo que vive al borde del canal. Rogelio Benítez, personero de la Secretaría Social de la Niñez Paraguaya, contó que “nadie que se haya alojado en el Hotel Bourbon había pasado a conversar con ellos ni menos a traerles algo, Sampaoli tuvo contactos con las personas durante todos los días que estuvo la “U” en Paraguay. El técnico les dio un mensaje a los niños y fue emotivo, porque con sus gestos se hizo entender”.
Los medios de comunicación masivos le llamaron a estos actos de solidaridad. Si bien es innegable que este tipo de situaciones son de gran importancia para la subsistencia aunque sea por algunos días, nosotros creemos que la solidaridad que mostró el cuerpo técnico de la “U”, no estuvo en entregar cosas materiales que de seguro no solucionarán la situación de vida de dichas personas. La solidaridad de Sampaoli y los suyos radicó en acciones más importantes que compartir elementos materiales, estuvo en el gesto de acompañarlos, entregarles un momento de su tiempo, una palabra de aliento, un abrazo, una sonrisa pero por sobre todo se expresó en entregarles un mensaje de conciencia y demanda social: “Tienen que luchar por lo que es justo”.
El mensaje en el fondo fue decirles que el transformar su situación de vida depende de ellos y ellas de manera colectiva y no de algún mecenas de buen corazón que de vez en cuando haga caridad con esta realidad. Un grande el entrenador de la “U”.
Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie. Ernesto Che Guevara