Por Tihui Campos [1], Miguel Ángel García [2], Anayanssin Méndez [3].
Durante muchos años la participación de las mujeres en los eventos deportivos como el futbol era meramente ornamental, se dedicaban a preparar la botana y acompañar a sus esposos, padres o hermanos a ver el espectáculo mejor conocido como “El juego del hombre”, pero cuando las mujeres decidieron jugar futbol de manera profesional y “vivir de la patada” se encontraron con declaraciones como las del misógino Joseph Blatter, ex dirigente de la FIFA, quien dijo que si las mujeres querían tener aficionados deberían usar shorts más ajustados.
En México, un país futbolero y machista, sus principales estrellas no se podían quedar atrás, como las acciones que realizó nuestro “ídolo nacional” Cuauhtémoc Blanco, ahora político morelense, quien en un partido agredió a la única árbitra profesional en nuestro país, Virginia Tovar, a quien mandó a lavar los trastes. También Carlos Reinoso y Enrique Borja, en sus años mozos, declararon que “el sexo débil” no debía practicar este deporte ya que era de mucho contacto físico.
Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. Ernesto Che Guevara