Dentro de la historia se sabe que los griegos tenían un juego de pelota llamado episkyros o pheninda, mientras que los romanos jugaban harpastum. Hay indicios de que hombres y mujeres disfrutaban de un juego chino llamado tsu chu, en donde los jugadores trataban de meter una pelota hecha con piel de animal rellena, a través de unos postes de bambú. Este juego se utilizaba para entretener a los soldados durante la dinastía Ch´in (255 a 206 a.c.).
En la Europa medieval, los partidos de futbol entre pandillas eran tan indisciplinados y violentos, que los lideres de varios países como Carlos V, de Francia, Oliver Cromwell, en Inglaterra, trataron de prohibir este deporte. En Italia, originalmente se inicio en el siglo XVI y lo jugaron aristócratas y lideres religiosos, incluyendo tres Papas. Cada equipo estaba formado por 27 jugadores y los goles se marcaban cuando la pelota pasaba sobre cierto lugar en la orilla del campo.
“Vasco es el equipo de la revolución…Vasco es el equipo del amor”. Por Carlos Alberto Figueiredo Da Silva.
El título de este escrito fue tomado prestado a los niños, que después de las victorias de Vasco da Gama, cantaban en el patio de una escuela en Río de Janeiro. Esos niños expresaban el sentimiento de muchos vascaínos y también del resto de Brasil. Pero, de dónde vienen esas representaciones y como se construyen? ¿Por qué ellas dicen “Vasco el equipo de la revolución”? ¿Por qué el equipo del amor?
Distintos estudios se realizaron sobre el fútbol brasileño; parece que la comunidad académica comienza a percibir la importancia del fútbol en la construcción de la identidad del pueblo brasileño. Muchos de esos estudios pasan por el Vasco da Gama y por su denodada lucha por la democratización del deporte inglés.
La derrota es realmente una derrota cuando no la utilizamos para aprender y mejorar, si la utilizamos para uno de estos dos fines es una victoria más Andoni Bombin