La madre del futbolista del Real Garcilaso peruano Jhoel Herrera fue agredida por un aficionado del Cienciano, a quien previamente había increpado por proferir insultos racistas a su hijo durante el clásico de la ciudad de Cuzco entre ambos equipos.
Según la prensa local la madre de Herrera recibió una bofetada de otro espectador tras finalizar el domingo el partido con empate a un gol, cuando el tiempo reglamentario ya estaba cumplido.
La presunta agresión del aficionado del Cienciano originó una trifulca en una de las tribunas del estadio Inca Garcilaso de la Vega en la que también intervino Jhoel Herrera.
El club peruano Real Garcilaso fue multado con 12.000 dólares por los cánticos racistas que entonaron algunos de sus seguidores el mes pasado, durante un partido de la Copa Libertadores, contra el equipo brasileño Cruzeiro.
Las sanciones fueron impuestas por la CONMEBOL, tras los cánticos e insultos dirigidos al jugador Tinga, de Cruzeiro.
La CONMEBOL informó la sanción el lunes, mediante su página digital, y advirtió que el club enfrentará sanciones más severas, incluida la obligación de jugar a puerta cerrada, si se produce en el futuro una nueva actitud racista de sus fanáticos.
El 12 de febrero, varios espectadores profirieron chillidos semejantes a los de un mono cuando Tinga tocaba el balón, durante el partido que Real Garcilaso ganó por 2-1, por el Grupo 5, integrado además por Universidad de Chile y Defensor Sporting de Uruguay.
Una dura noche vivió el volante Tinga, de Cruzeiro, en el estadio Huancayo de Perú, donde su elenco perdió por 2-1 ante Real Garcilaso, en el debut en la fase grupal de la Copa Libertadores. Más allá de la derrota, el jugador salió dolido de la cancha por los coros racistas que recibió por parte de la hinchada peruana.
“En el principio pensé que era por ser la Libertadores, pero después me di cuenta que era racismo“, contó el ex Internacional de Porto Alegre. “Me quedé muy triste. Jugué cuatro años en Alemania y nunca pasé por esto. Ahora pasa en un país que es parecido al nuestro, lleno de mezclas. Cambiaría un título por la igualdad entre las razas y el respeto“, lamentó.
La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. Eduardo Galeano