El delantero camerunés Samuel Eto’o, jugador del Sampdoria italiano, ha pedido en Londres tomar medidas más estrictas contra el racismo, informa hoy la cadena británica BBC.
“Tenemos que aplicar leyes más estrictas para luchar contra estos abusos”, dijo el futbolista africano en un acto en la capital británica en el que fue galardonado por su trabajo contra el racismo.
Eto’o, de 34 años, recibió en el Palacio de Kensington la Medalla europea a la tolerancia por parte del Consejo Europeo sobre Tolerancia y Reconciliación.
El camerunés aseguró, además, que el incidente racista del mes pasado del metro de París, en el que unos aficionados del Chelsea negaron la entrada a un vagón a un hombre de raza negra, le “impactó”.
El africano fue objeto de cantos racistas durante su época en España e Italia, cuando defendía los colores del Barcelona y del Inter de Milán.
La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad. Eduardo Galeano