El jugador ghanés dejó al Pescara con diez hombres al escuchar cánticos contra él en el campo del Cagliari.
El futbolista ghanés Sulley Muntari dejó el césped, antes de tiempo y por decisión propia, en el partido Cagliari – Pescara, jugado el pasado domingo, por los cánticos racistas que realizaron hinchas del Cagliari.
El jugador africano del Pescara abandonó el terreno de juego, pero antes protestó y pidió el colegiado parar el partido, quien se negó al no escuchar ningún insulto hacia él. Muntari había sido amonestado al inicio de las protestas por el colegiado Minelli.
Tras lo sucedido, Muntari fue suspendido por un partido por “comportamiento antirreglamentario”. El centrocampista del Pescara ya recibió una tarjeta amarilla por abandonar el campo en el último minuto del choque. El comité disciplinario de la Liga, en cambio, no sancionó al Cagliari al considerar que los gritos racistas los lanzaron “unos 10 aficionados, es decir, menos del 1% de los ocupantes de ese sector”.
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