Por FútbolRebelde.org.- En las canchas del Cerro Dragón de Iquique, cada fin de semana juega un club amateur fundado oficialmente el año 2015, por estudiantes de la Universidad Nacional Arturo Prat de Iquique (UNAP), pero cuyo origen se remonta a finales de la decada pasada cuando los primeros miembros del club se comenzaron a juntar para jugar a la pelota sólo por el placer de compartir y divertirse. La UNAP es la misma universidad donde recientemente, tanto estudiantes como académicos, rechazaron y expulsaron al neofascista José Antonio Kast, cuando intentó realizar un acto de propagación de sus nefastas ideas de odio, racismo, xenofobia y discriminación.
Volviendo a la historia del club, este no tiene el típico nombre de equipo universitario que intenta sustentar la masculinidad mal entendida, el machismo recalcitrante o hacer una apología al carrete y la juerga sin sentido. Su nombre es Club Social y Deportivo Humberto Lizardi, en homenaje a Humberto Lizardi Flores, un profesor de inglés que en sus tiempos libres daba clases en Iquique a obreros y adultos sin acceso a educación. Dentro de su historia política también fue el primer presidente del centro de alumnos de la UNAP, cuando aún pertenecía a la Universidad de Chile, y destacado militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Por sus ideas políticas y su compromiso con la clase trabajadora y nuestro pueblo, el profe “Tito Lizardi”, fue detenido el mismo 11 de septiembre de 1973 y confinado al campo de prisioneros de Pisagua donde fue torturado junto a muchos otros compatriotas, y posteriormente fusilado en ese mismo lugar mediante un juicio con causas inventadas por la dictadura empresarial-militar de Pinochet.
Su ejecución ocurrió el 11 de octubre de 1973, cuando Humberto tenía tan solo 26 años de edad.
El fusilamiento de Humberto Lizardi, ocurrió junto al de otros cuatro compañeros: Mario Morris, Julio Cabezas, José Cordova y Juan Valencia. Los cuerpos de las víctimas jamás fueron entregados a sus familiares. Ellos fueron encontrados recién en el año 1990, en el conocido hallazgo de osamentas en una fosa común en Pisagua, que permitió demostrar ante el mundo, la existencia real de detenidos desaparecidos, además de la visibilización de muchos de los horrores cometidos por la dictadura.
El club que lo homenajea juega de negro y verde, este último, un color que llena de vida y esperanza a la pampa iquiqueña, buscando continuar con el espíritu combativo y revolucionario de Humberto, manteniendo su legado y su memoria viva para siempre.
A palabras de uno de sus integrantes: “Hoy en día vamos punteros invictos en nuestra liga, luchando domingo a domingo, luchando tal cual lo hacía el Tito”. Memoria, Verdad, Justicia, nada está olvidado, nadie está olvidado…Ni Perdón, ni Olvido!