Con la renuncia de Joao Havelange como presidente honorario de la FIFA, que se suma a la salida la semana pasada de Nicolás Leoz como miembro del Comité Ejecutivo, el máximo organismo del fútbol decidió finalizar la investigación por el caso ISL, en la que se revisaba el posible tráfico de influencias de dirigentes con esa compañía para obtener los derechos televisivos de los mundiales.
“Del dinero que pasó por el grupo ISMM/ISL, existe la certeza de que se desviaron cantidades considerables hacia el expresidente de la FIFA Havelange y su yerno Ricardo Teixeira, así como al Dr. Nicolás Leoz, sin que pueda demostrarse que se haya prestado servicio alguno por ello. Estos pagos también se llevaron a cabo mediante empresas ficticias con el fin de encubrir a los verdaderos destinatarios y deben clasificarse como ‘comisiones’, conocidas hoy como ‘sobornos’“, dice parte del informe de la FIFA.
En 2010, la BBC reveló que la empresa ISL, quebrada en 2001 y socia comercial de la FIFA, sobornó a varios de los miembros de la FIFA a cambio de concesiones de contratos de televisión y derechos de publicidad durante los Mundiales de los 90.
Joseph Blatter, actual presidente del organismo, ordenó un crear una comisión, la que en el informe que entregó hoy comprobó que Joao Havelange, anterior presidente de FIFA, el ex presidente de la Confederación Brasileña (CBF) Ricardo Teixeira, el paraguayo Nicolás Leoz y el ex presidente de la Concacaf Jack Werner habrían accedido a dichas concesiones.
El delito, aun así, nunca tuvo castigo en los tribunales porque consiguieron que las investigaciones del fiscal suizo archivaran el caso a cambio de un pago de cinco millones de euros.
Hans-Joachim Eckert, presidente del órgano de decisión de la Comisión de Ética explica además que como con las renuncias de Leoz y Havelange, los involucrados ya no están en sus cargos, se da por concluida la investigación por lo que “no es necesario incoar otros procedimientos en el caso ISL contra otros funcionarios del fútbol”.
NOTA DE FÚTBOL REBELDE: Una vez más somos testigos de como dirigentes y dueños de clubes privatizados, ponen al servicio de los grandes capitales todo lo que este relacionado con el fútbol. Llama la atención la jugada que estos dos mafiosos del fútbol hicieron al renunciar, ya que con eso pretende la FIFA esconder bajo tierra estas actuaciones, donde seguramente otros personajes de la FIFA, UEFA y Conmebol están metidos hasta el cuello, sin culpables ni posibles cómplices una gran vergüenza para el fútbol mundial.
Fuente de la noticia: latercera.com