Irunea (Pamplona).- Al menos 18 miembros de Indar Gorri, hinchada del club vasco Osasuna, han sido detenidos en una nueva operación policial criminalizadora de las hinchadas del Estado español que tienen convicciones e ideas de antfascistas, independentistas y/o de izquierda revolucionaria.
Durante el año pasado a quienes les dieron fuerte en cuanto a represión y persecución fue a Bukaneros, hinchada del Rayo Vallecano, esta vez le ha tocado a hinchas vascos. La Policía Nacional y la Guardia Civil, han desplegado este lunes en Irunea-Pamplona, capital histórica de Navarra y de Euskal Herria, una operación por presunta “pretenencia a grupo criminal” contra miembros Indar Gorri.
La operación ha sido ordenada por el juez Fermín Otamendi, titular del juzgado de instrucción número 2 de Pamplona, que ha decretado el secreto de las actuaciones. En el operativo se esperan más arrestos. La mayoría de los arrestos han tenido lugar en Pamplona, en barrios obreros de Irunea, tales como, Arrosadia y Azpilagaña, y también en Altsasua. Se ha registrado la sede que la organización juvenil tiene en la capital vasco-navarra.
El juez pretende demostrar la vinculación de algunos detenidos con el entorno de la izquierda abertzale y su participación en manifestaciones en las que pudieron cometer delitos de apología del terrorismo, según una información de EFE.
Los hastags #IndargorriAurrera han sido ‘trending topic’ este lunes por la mañana a nivel estatal en la red social Twitter, en solidaridad con los hinchas rojillos.
Estas detenciones se suman al continuo hostigamiento e indefensión que sufren los seguidores de Osasuna ubicados en la galería ocupada por Indar Gorri, a quienes les quitan banderas y simbolos vascos y de izquierda, reciben cacheos con excelo de celo y malos tratos por parte de la seguridad. A pesar de las denuncias, la situación no ha cambiado, a tal punto que en el pasado partido de Osasuna frente al Llagostera, miembros de Indar Gorri en protesta por toda esta situación realizaron el abandono de sus localidades durante el encuentro.
Con este tipo de operaciones politico-policiales el Estado español, no busca más que criminalizar a la juventud popular que desde el fútbol cuestiona el estado de las cosas y solidariza con las diversas causas sociales de su pueblo, el vasco, manifestando la liberación y acercamiento de los presos políticos y apoyando las demandas por los derechos sociales de la clase trabajadora vasca.