Por Futbol Rebelde.- El objetivo de dar a conocer estas tres historias busca generar conciencia respecto a la normalización del insulto machista, sexista y homófobo en el ambiente del fútbol, tanto en las galerías como en la misma cancha de fútbol.
Muchos se escandalizan por cánticos racistas o fascistas, pero incluso las hinchadas que se declaran de izquierda o antifascistas -sobre todo en Latinoamérica-, realizan múltiples muestras de no cuestionar en nada, el uso del insulto homofóbico y sexista en los gritos y canciones que utilizan para menoscabar al rival de turno.
Ojalá avancemos por una senda nueva, donde, desde los hinchas podamos entender que amar a nuestros clubes no significa odiar ni menospreciar a los rivales, mucho menos usando conceptos que segregan a otros por color de piel, país, género, orientación sexual, u otras formas de discriminación comunes y normalizadas. La lucha por la recuperación de los clubes para sus socios e hinchas también va de la mano de una nueva consciencia social y ética de como miramos y jugamos al fútbol, un deporte donde debemos caber todos los hombres y mujeres, excepto quienes lucran con la recreación y el deporte como un derecho social.
1) El árbitro que reconoció públicamente su homosexualidad: Jesús Tomillero, árbitro español, fue el primer colegiado que reconoció su homosexualidad, pero que lamentablemente decidió abandonar el arbitraje tras ser insultado en un campo de fútbol de Cádiz y “ver a toda la grada riendo”.
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