¿Se imaginan al gobierno italiano tirando abajo el Coliseo, para armar una réplica en el medio de la Piazza del Popolo que sea “más moderna”? ¿Y a los parisinos desarmando la Torre Eiffel para levantar una en la que entre más gente, en medio de Champs Elysees? ¿A qué genio se le puede ocurrir que el Obelisco no va más, y que debería erigirse una nueva torre de cientos de metros con luces de colores en el medio de los bosques de Palermo?
Una idea así, tiene la actual dirigencia de Boca Juniors, construir un nuevo estadio para el equipo, con caracteristicas más “modernas”, es decir, con más butacas y centro comercial incluído.
Y contra esta tamaña pero rentable estupidez, los hinchas y socios de Boca Juniors, están organizandose y movilizandose desde hace ya un tiempo, y han convocado para este martes a una manifestación frente a la Legislatura Porteña, intentando frenar la votación. El Martes 18/11 se va a tratar en Comisión de Planeamiento Urbano el proyecto de la dirigencia de recategorizar las tierras de Casa Amarilla para que luego puedan usar esos terrenos para construir el Estadio-Shopping.
Si llegase a pasar esto, y La Bombonera se mudase de lugar estaríamos ante el final de uno de los monumentos más importantes del fútbol mundial, tal como sucedió con La Catedral de San Mamés, hace un año atrás.
Hampden Park supone la unión de todo un pueblo en apoyo de sus once aguerridos representantes. Porque este estadio se ha convertido en símbolo de su combinado nacional. A ello contribuye que Hampden no tiene nada que ver con Celtic o Rangers, clubes que tienen su propio estadio, por lo que se convierte en la casa común de la Tartan Army.
Es resaltable el mágico ambiente que rodea a este estadio, como más de 50.000 escoceses lo llenan para apoyar a su selección dejando de lado todas las diferencias que existen entre ellos, y que los aficionados al fútbol podemos sintetizar en los duelos entre el católico Celtic y el protestante Rangers que tantas pasiones levantan en Escocia y fuera de ella.