Aldo Mazzucchelli.- Luis Suárez y la aproximación moral de Inglaterra al fútbol: La historia se repite. Un sudamericano ha sido declarado salvaje de nuevo. La sanción a Luis Suárez ha sido tan grosera, y la grosería tan globalmente visible, que tambalean los frenos de la hipocresía civilizatoria. ¿Fuera de la Copa del Mundo y cuatro meses en “confinamiento solitario” por una mordidita? OK. Hablemos entonces de lo que hay que hablar, de lo que siempre está abajo de la nauseabunda política del fútbol. Ya se sabe que el salvaje no respeta los códigos de la hipocresía civilizatoria. Y si alguien viene a disciplinarlo, se lo come.
Yo no apruebo lo que hizo Luis Suárez en el campo. Creo que acciones como esas deben ser castigadas, y que no se trata de apoyar el juego fuera de las reglas. Tampoco creo que la AUF o el jugador hayan manejado bien las cosas una vez ocurrido el incidente. Suárez debió admitir lo hecho inmediatamente, pedir disculpas, y la AUF debió haber tomado la iniciativa correctiva para intentar reducir la pena. Dicho esto, creo que hay algo mucho más importante que esto último, que es el peculiar modo en que una parte importante de la prensa, especialmente una parte de la prensa inglesa, viene persiguiendo personalmente a Suárez y construyéndole una imagen de monstruo desde 2010 al menos, usando incidentes de unjuego, el fútbol, para sacar conclusiones morales sobre la persona Luis Suárez. Sospecho que las causas de esto último pueden tener que ver con la historia del fútbol, y el peculiar rol que Inglaterra ha jugado en ella.
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