Por Francisco Figueroa.- Intelectual e hincha, Santa Cruz analiza sin contemplaciones el signficado cultural y político de la hinchada de la selección chilena. Dice que se trata de una construcción de mercado “que se despega de lo que ha sido el fútbol chileno” y a la que el poder económico le dice: “ustedes salten ahí, jueguen su rol en el libreto, que los clubes y el fútbol lo manejamos nosotros”.
El académico de la Universidad de Chile Eduardo Santa Cruz se ha dedicado por más de 30 años al estudio de la cultura popular y las industrias culturales en Chile. Desde los ’80, el fútbol -como también las teleseries- ha sido uno de sus principales objetos de estudio. Cuando comenzó, ninguno de estos temas parecían dignos de constituir materia de preocupación para intelectuales, menos para los críticos. Fue un adelantado.
Santa Cruz también es un hincha y en esa calidad abandonó su oficina en el Campus Juan Gómez Millas de la Chile el jueves pasado. Se fue a pie a su casa, pasó por fuera del Estadio Nacional y se quedó mirando a las miles de personas que hacían fila para el debut de Chile en la Copa América. “Los tenían hacinados como vacas, entre rejas”, recuerda, y reconoce que los interpeló mentalmente: “Oye, ¿cómo permites que te traten así? ¿Y tu dignidad? ¿Más encima les pagai 20 lucas?”.
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