“Que no se diga que no
entregamos toda nuestra
fuerza y decisión” Raúl Pellegrin (Cmdte. José Miguel)
Hace 34 años, un 14 de diciembre de 1983, debuta en acción el que ha sido quizás el grupo guerrillero chileno más valorado positivamente por nuestro pueblo. Más allá de la constante demonización que se realiza desde el discurso del poder y sus medios, contra las opciones armadas de liberación popular, el Frente Patriótico Manuel Rodriguez (FPMR), fue capaz de enfrentar exitosamente a la dictadura empresarial-militar en sus términos, llegando incluso a ponerla en jaque cuando esta organización revolucionaria, realizó el intento, lamentablemente fallido, de ajusticiamento del tirano Augusto Pinochet.
Acto que aceleró la democracia pactada y en la medida de lo posible, que hasta el día de hoy nos somete como chilenos. A día de hoy, Mauricio Hernandez Norambuena, el Comandante Ramiro, por no traicionarse en sus ideales revolucionarios e internacionalistas, se encuentra prisionero en condiciones indignas e inhumanas, en una cárcel de Brasil. Es el castigo y la venganza de los poderosos, para quien nunca dejó de luchar y para quien siempre ha creído que el monopolio de la violencia no puede estar en manos de quienes nos explotan y endeudan.
Y solidarizamos con Mauricio Hernandez, porque es uno de los nuestros, de aquellas personas, que cumplen la máxima de todo revolucionario, y del rodriguismo en particular, que fue poner la dignidad del pueblo chileno tan alto como la cordillera de Los Andes y de quien jamás se podría decir que no ha entregado toda su fuerza y decisión, en esta lucha por transformar la realidad en beneficio de las y los trabajadores y los pueblos.
Para la derecha “el fútbol era la prueba de que los pobres piensan con los pies”; y para la izquierda, “el fútbol tenía la culpa de que el pueblo no pensara. Esa carga de prejuicio, hizo que se descalificara una pasión popular”. Eduardo Galeano