Ciudadanos anónimos y ex-jugadores profesionales de fútbol han compartido una mañana agradable de fútbol hoy en Lekeitio con intención de mostrar su apoyo a la marcha del próximo 12 de enero en Bilbo, organizada por Herrira, a favor de los derechos de los presos.
A un lado, ex-jugadores de la Real como Santi Bakero, Mikel Loinaz o Santi Bakero han compartido equipo con varios ciudadanos; al otro el combinado más heterogéneo dirigido por Endika Guarrotxena y que ha contado con la participación de las leonas Eva Ferreira y Karmele o Lutxo Iturrino, entre otros. También han entrado al campo Manu Urbieta, Jokin Uria, Orbegozo, Iñaki Zabala e Igor Arenaza; varios portavoces de Herrira como Beñat Zarrabeitia o Manu Ugartemendia y varios ciudadanos anónimos.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, en funciones de guardia esta semana, ha autorizado la celebración del partido que exjugadores de Athletic y Real Sociedad disputarán, el próximo 30 de diciembre, para expresar su adhesión a la movilización general organizada por Herrira.
En su resolución, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 rechaza los argumentos expresados por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) que solicitó la prohibición del evento el pasado lunes.
Indicaba la AVT que la celebración del evento debería ser considerada como un delito de enaltecimiento tipificado en el Código Penal porque el encuentro “ensalza a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA o condenados por acciones terroristas que han causado un gran número de fallecidos y heridos”.
A principios de junio se jugó en Hendaia, Iparralde (País Vasco bajo el dominio del Estado francés), la IX edición del Campeonato de Fútbol 7 en solidaridad con los presos políticos vascos.
Este año la actividad se llevó a cabo en un día realmente bueno porque además acompañó un excelente tiempo. En total, 60 equipos participaron, siendo la primera vez que juegan tantos equipos (la versión anterior contó con 40).
En total fueron más de 700 personas los asistentes entre jugadores, público y familiares de los presos/as políticos/as, los que además fueron homenajeados en un pequeño pero emotivo acto. Durante la jornada hubo también una comida popular para amenizar la actividad.
Muchos de los viajeros que fueron al torneo a disfrutar de esta iniciativa que combina deporte y solidaridad fueron hostigados por variados controles policiales en la carretera, situación típica en cada actividad realizada por organizaciones que luchan por la independencia del País Vasco o por los derechos de sus presos y ciudadanos.
En un mensaje enviado a través de un vídeo, el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), convocó a los asistentes a “seguir luchando hasta conseguir la amnistía de los presos por luchar”.
En la jornada quedó claro que la gran ganadora fue la solidaridad de un pueblo que no olvida a sus luchadores sociales encarcelados por los Estados español y francés.