«Sólo jugamos para Grecia y su gente. No queremos dineros extra o bonus, menos en un contexto de crisis económica y empobrecimiento de nuestro pueblo. Lo que sí queremos es apoyo a nuestro esfuerzo por encontrar un sitio en que crear instalaciones deportivas que acojan de forma digna a nuestras selecciones nacionales». Este fue el gesto y petición de los 23 integrantes de la selección griega, que se ha hecho pública al saberse que está en posesión del primer ministro, Antonis Samaras. La petición fue hecha antes de que el equipo se midiese ante Costa Rica por una plaza en los cuartos de final.
El gesto del que todos hablan en Grecia era anterior a que el equipo superase la fase de grupos con un gol de penalti en el descuento del último partido ante Costa de Marfil. El tanto, curiosamente, lo anotó el otro Samaras más famoso del país, Georgios, el delantero del Celtic de Glasgow.
El poder económico, a través del poder político, ha producido una desculturización aterradora, que ha llegado al fútbol. Había una cultura, un estilo que en el nombre del modernismo se empezó a destruir. “Hay que ser moderno” en el fútbol, en la música, el arte... Parece que para ser moderno hay que matar a Mozart o a Beethoven. Si eso es el modernismo, prefiero ser antiguo como Mozart y no moderno como Julio Iglesias. Cesar Luis Menotti